POR FABIO HERRERA MINIÑO F.
El desarrollo de la construcción de la presa de Monte Grande en la parte baja del rio Yaque del Sur ha seguido un desarrollo muy incidentado en donde las maniobras administrativas han estado a la orden del día, dejando un ambiente enrarecido de que no todo se ha llevado a cabo según la ley.
Desde el anuncio de que esa presa se construiría a partir del 2009 por uno de los Gobiernos del PLD, la gente en el Sur soñó e hizo planes con esperanzas de que las penurias de un precario servicio de agua iban a ser cosas para el olvido.
Iniciada la presa a un costo de $624 millones de dólares con un préstamo de un banco de Brasil. Pero la obra prácticamente se paralizó por más de cinco años por cuestiones legales y de costos que dio lugar a tediosas y laboriosas averiguaciones y ponerse al día de manera que en una fecha no lejana se pudiera proseguir con los trabajos.
Para agosto del 2020 el proyecto estaba paralizado con los contratistas viendo sus equipos estacionados y deteriorándose sin esperanza de volver a verlos moverse y darle seguimiento a la parte más importante de la obra es la obra bruta o gris de la presa.
En los pasados 20 meses, aparte del aumento casi al doble del costo del proyecto, los trabajos tomaron un nuevo aire y la obra bruta de la presa asumió un nuevo empuje llevándola a una etapa en que se define su aspecto físico de que se trabaja para concluirla y se inicie el llenado del embalse con el agua del río.
Monte Grande es un proyecto muy ambicioso y la adenda que se aprobó recientemente elevando el costo no será suficiente para todas las demás obras tales como los canales, adecuaciones de cauce. Los canales izquierdo y derecho que saldrán desde la presa deberán mojar, uno el lateral izquierdo las tierras de Barahona desde Canoa y Vicente Noble. El canal margen derecha se encargará de atender las tierras desde Tamayo hasta Neiba y Duvergé pasando por todos bateyes que tiene el Central Barahona.
La cuarta adenda aprobada recientemente no será la última para ver al menos este proyecto trabajando a una capacidad que no sería la óptima. Y más, que se pretende resucitar aquel famoso canal Cristóbal cegado por el agua desbordada del mismo rio Yaque y por la falta de mantenimiento que nunca las autoridades se ocuparon de proporcionarle.
Monte Grande no será una gran productora de electricidad. Apenas soportará dos pequeñas turbinas de no mas de 10 mil kilos cada una lo cual en un principio sería suficientes para las necesidades mínimas de la región
El proyecto debe tener en cuenta su influencia en torno al lago Enriquillo el cual es un recipiente importante para la climatología de la región tanto para la fauna como la flora de esa zona de tan extensas de tierras áridas y de poco destino agrícola.
Solo con un aporte de agua de fuentes externas que sería el exceso desde el río Yaque del Sur aseguraría la vida vegetativa y cambiarle el destino a los moradores olvidados de esa apartada zona del país que por tantos años estuvo relegada al olvido y sus políticos buscaban fuentes de ingresos derivados de sus funciones y relaciones políticas.
El autor es ingeniero civil. Reside en Santo Domingo