Los miembros del PLD se dirigían al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva donde se encuentran recluidos varios exministros del Gobierno de Danilo Medina y otros funcionarios acusados de presunta corrupción administrativa.
La Fuerza del Pueblo calificó como «injustificada» la acción policial «contra los dirigentes del PLD» que realizaban una «protesta pacífica».
Tanto la FP como el PRD aseguran que las bombas lacrimógenas fueron lanzadas frente a la sede del PLD, ubicada a pocos metros del Palacio de Justicia, donde la Policía Nacional montó un amplio despliegue de agentes mientras se conocía la audiencia contra los imputados de la operación Calamar.
«Independientemente de las acciones judiciales, el Gobierno debe garantizar el derecho constitucional a la protesta», dijo la FP en una breve nota.
Asimismo, apuntó que «se debe evitar los excesos policiales y respetar la integridad de los locales de los partidos políticos».
PRD
El PRD, por su parte, dijo que «condena enérgicamente el ataque» a la casa nacional del PLD «perpetrado por la Policía Nacional» durante la reunión de su comité central.
«El bombardeo de que fue víctima el PLD es un claro atentado contra la democracia y la libertad en la República Dominicana, además de constituir un hecho que evidencia la intolerancia que caracteriza a la administración de Luis Abinader», dijo la organización también en un breve comunicado.
El partido blanco consideró que esa «intolerancia» se evidencia «en este golpe contra la institucionalidad partidaria y el sistema de partidos de la República Dominicana».
