Tomado de Armario Libre
Hato Nuevo, Pescadería.- Yonaibe García García, es un niño de dos años de edad, que una parálisis cerebral infantil lo tiene postrado en cama convertido en un vegetal, una fatalidad para su madre, Magnolia García, su abuelo, Manolín y su tío, Elio López López.
Las precariedades económicas de la familia es la principal causa del problema, ya que las limitaciones, muchas veces hacen que, para saciar el hambre, que el niño se alimente de “agua de azúcar”.
La familia de Yonaibe clama por ayuda para poder atender al niño, que no se mueve, no llora, no puede mover el cuello, porque parece una “gelatina”, sin fuerza, y lo peor y que más les preocupa, son las convulsiones que con frecuencia hace.
El niño no gatea, no habla, no camina y siempre es mantenido acostado o cargado, donde pueda sostener el cuello, ya que no puede ser sostenido por el cuerpo.
“El doctor me dijo que le de mucha terapia en el cuello para que coja fuerza. Él se estira mucho”, expresó Magnolia a reporteros de Armario Libre.
Mujer de poco hablar, sostuvo que la parálisis es en el cuerpo entero, pero que no tiene fuerza en el cuello, lo que al parecer es otro gran problema que presenta su hijo.
La señora García García afirma que el niño tiene un poco más de fuerza en las piernas, los brazos, ya que el cuello es lo que percibe que es más flexible.
“El niño no afloja las piernas, pero cuando lo hacer se le ponen como tiesas, porque siempre está estérico”, expresó el abuelo de Yonaibe, corroborado por Magnolia
Dijeron desconocer las veces que ha estado ingresado en centros médicos su familiar.
Ha sido llevado e ingresado en el hospital Jaime Mota de Barahona, así como en diferentes clínicas, pero lo sacan porque no tienen recursos para mantenerlo ingresado.
“No hace como 20 días que estuvo en una clínica en Barahona, pero lo sacamos porque me incomodé, ya que se veía mal y no veíamos resultados positivos, y estaba mal, lo llevamos a emergencia de la clínica Cruz Jininián en Santo Domingo y de ahí lo transfirieron a la Plaza de la Salud, donde estuvo siete días y de ahí lo mandaron para la casa”, dijo Elio López López, quien expresó que pasa la mayor parte del tiempo con Yonaibe.
El abuelo, Manolín, expresó que soy muy pobres, y que muchas veces tienen que echar un día de trabajo, arando la tierra para los RD$600.00 que les pagan, tomarlo y comprar medicamento para el niño.
Destacaron que hay personas buenas que muchas veces les ayudan, pero que otras veces no tienen ni los pañales desechables que le van a poner.