“La primera es la que estamos viviendo ahora, que es nuestra vida real en vivo. Así como tú tienes una casa y tú tienes la llave de acceso a tu casa, de la misma manera tú tienes las contraseñas para acceder a tu vida virtual. Y las personas se descuidan porque tú nunca le das la llave, no le presta tu llave a otra persona o no se la pone fácil para que una persona entra a tu casa”, comentó a título de ejemplo.
Sin embargo, dijo que en la vida virtual las personas se la ponemos fácil a los hackers, al tiempo de señalar que las contraseñas son cada día más vulnerables. Atribuyó el problema a que las personas colocan contraseñas muy cortas por cuestiones de agilidad.
“El problema número uno de ellas es que se utilizan en varios servicios al mismo tiempo. Utilizamos la misma contraseña para nuestras redes sociales, para nuestro teléfono para nuestro correo electrónico y una vez alguien descubre cuál es nuestra, contraseña, pues va vulnerando cada uno de nuestros sistemas, hasta dejarnos en aprietos”, expuso.
Planteó que muchas veces los aprietos surgen porque los hackers bloquean el acceso a los servicios prioritarios de las personas y luego hay que contratar un especialista para volver a tener acceso a la cuenta.
