Un diplomático es un servidor público, sea de carrera o por designación política que ejerce la representación del Estado en las relaciones internacionales.
La estructura del recorrido profesional del diplomático en rangos diferenciados nos remite a la noción de “carrera”, que implica poner el acento sobre la configuración institucional de las diferentes fases de su trayectoria, y la forma en que los funcionarios van recorriendo etapas.
Finalizado el periodo de prueba de forma satisfactoria, el ministro de Relaciones Exteriores solicitará al Ministerio de Administración Pública (MAP) la incorporación a la carrera del candidato como tercer secretario.
Y cuando termina en su último rango (embajador), ya tiene 25 años en la carrera, el político es designado de inmediato. Unos son funcionarios del Gobierno y otros del Estado.
Es difícil discernir dónde termina uno y dónde empieza el otro, desde que se inicien los concursos públicos para el acceso a la carrera, los reclutamientos, selección, la formación y preparación de la persona, es mi parecer que los diplomáticos de carrera son técnicos con profundos intereses por la política.
Luego que están en la carrera conviven con el poder político y, como ya han sido incorporados, para ascender están obligados a relacionarse.
El diplomático toma decisiones políticas y el político también opta por decisiones técnicas o diplomáticas.
En todas las cancillería existe un porcentaje de designaciones temporarias que pueden ser políticas, sobre todo cuando hay un interés especial, se envía a alguien que pueda responder por el país.
Por eso es importante que el servicio exterior esté abierto en cierta medida a funcionarios políticos. Porque es importante la interacción con personas de otra formación para producir una dinámica importante.
Entre los diplomáticos de carrera y los embajadores políticos se construyen diferentes imágenes recíprocas que permiten una fluida articulación en el ejercicio profesional.
La ley del Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana (630-16), contempla que la proporción de designaciones de diplomáticos de carrera no sea menor de un 60 % hasta el rango de ministro consejero y del 50 por ciento hasta el rango de embajadores, para lo cual el Ejecutivo dispondrá de plazos de 10 a ocho años.
Hoy día tenemos 160 por validación y 15 por concurso funcionarios (sin contar los fallecidos) incorporados a la carrera diplomática, pues el artículo 11 del reglamento 46-19 establece quién tiene condición de funcionario de la carrera diplomática: Los ciudadanos que al momento de la publicación del presente reglamento hayan ingresado a la carrera diplomática por Resolución del Ministerio de Administración Pública (MAP). Y los que ingresen a la carrera diplomática por concursos de libre competición, de acuerdo con lo establecido en el presente reglamento y las normas de función pública.
Y para concluir por hoy, ahí están todos los rangos desde tercer secretario hasta embajador, y la otra parte son políticos que están en la carrera administrativa con condiciones excepcionales que honran al país.
PD: La diplomacia está de luto; hemos perdido a un gran embajador de carrera, Juan Guiliani Cury. Paz a su alma.