En el día del ser más querido, las madres. He podido ver que todos enfrentamos pérdidas dolorosas en nuestra vida, pero perder a una madre puede ser una experiencia devastadora, es una fecha en que la nostalgia se apodera de ti fruto de ese acontecimiento, en la que recuerda momentos alegres vividos a su lado, en que deseas tenerla al menos por un momento a tu lado para poder abrazarla.
Veo que no hay manera de reemplazar un amor tan grande y maravilloso como el tuyo, Madre linda. Tus abrazos llenos de amor y tus miradas llenas de comprensión eran el mejor regalo que la vida me daba día a día.
Madre querida, aunque ya no estés presente aquí en esta tierra, en mi corazón jamás dejarás de existir, pidiéndoles al Dios todo poderoso te conceda que los ángeles celebren contigo este día de las Madres, así como lo celebro yo contigo desde aquí. Espero que en las noches pueda verte en mis sueños, aunque sea un momento para darte un gran abrazo y un beso como en los viejos tiempos. Ha pasado ya un largo tiempo desde que partiste al Cielo y aún te sigo amando tanto como cuando estabas aquí conmigo. Es por eso que hoy celebro el Día de las Madres.
Es muy triste tener que celebrar este día sin ti, pero lo hago porque para mí tú sigues viviendo en mi corazón. Espero que allá arriba disfrutes mucho de este día como lo hacías aquí con nosotros. Aun así, siempre me alegro de haber gozado tantos años de tu compañía, sé que, aunque ya no puedas verte ni sentirte, tú me escuchas desde lo alto.
Hoy es el día de las Madres vienen a mi mente nuestras celebraciones anteriores, tu alegría, tu sonrisa, tu amor infinito que aún después de tu partida sigue inundando mi corazón. Gracias por haber sido mi Madre.
Perder a una Madre es un golpe duro que debemos aceptar con resignación. La idea es que nunca olvidemos a nuestra Madre y que siempre honremos su recuerdo, es la única forma de mantenerla viva en nuestro corazón.
Hoy, el sol brilla en el cielo, y aunque estás lejos, siento que me acompañas con tu luz. Ha pasado un tiempo desde que partiste, y todavía me cuesta creer que ya no estás aquí. Quiero compartir contigo todo lo que llevo en mi corazón y recordar esos momentos inolvidables que vivimos juntos.
Recuerdo nuestras mañanas en la cocina, en la que tú me preparabas el delicioso té, mientras coordinábamos el proceder del día antes de irme a mis labores profesionales, en la que me comentabas las ocurrencias de los demás.
Aprendí tanto de ti, mamá. Tu fuerza, tu amor y tu sabiduría me han acompañado a lo largo de mi vida, y a pesar de las dificultades, siempre he sentido tu apoyo incondicional. No puedo evitar llorar al pensar en las risas y acciones tuya, recordar las palabras de aliento que me ayudaron a enfrentar mis miedos.
Te extraño cada día, y aunque el dolor de tu ausencia no se borra, sé que siempre estarás en mi corazón. Siempre te recordaré con amor y agradecimiento. Aunque no estés aquí físicamente, siento que tu espíritu sigue a mi lado, guiándome y protegiéndome, tus enseñanzas y tus palabras de aliento siguen resonando en mi corazón.
Te agradezco por todo lo que hiciste por mí y por nuestra familia. Eres un ángel que ilumina nuestro camino, aunque me duele no poder abrazarte.
Eres mi inspiración. tu valentía, ternura y amor incondicional han sido un faro de luz en mi vida. Aunque mi corazón se llena de lágrimas al escribir estas palabras, también siento una enorme gratitud por el tiempo que tuvimos juntos. Sé que nunca nos dejarás, y que tu espíritu siempre estará conmigo.
Te deseo lo mejor hoy en tu día ¡Felicidades Mamá, te extraño mucho.
