Cuando se anunció de la formación del llamado Gabinete del agua, se crearon grandes expectativas. Creímos que su principal prioridad era concientizar sobre la importancia de preservar es te mineral. Educar con campaña permanente sobre el correcto uso y aprovechamiento del líquido. No ha sido así. No es un secreto el manejo inadecuado y la falta de mantenimiento a las tuberías matrices de nuestros acueductos, la cantidad de fugas en tubos externos e internos en los hogares.
Otro gran reto para ese gabinete sería solucionar el desperdicio por el arcaico sistema de riego por inundación usado por grandes, pequeños y medianos productores agropecuarios. A todo esto, se agrega la falta de presas para la mayor conservación del agua que producen nuestros ríos y arroyos, junto a la que proporcionan las lluvias en épocas ciclónicas. Si de verdad se quiere garantizar el agua, hay que hacer UN PACTO con la naturaleza.
Un pacto que incluya un amplio y permanente programa de reforestación en todas las cuencas y microcuencas del país. La producción y la preservación del agua es compromiso de todos. Por eso las presas, las existentes, las que están en construcción y las que se prometen son LA CLAVE para lograr esos objetivos.
Monte Grande en el Sur, es uno de esos proyectos que no puede esperar. Es cierto que intentos similares deben ser iniciados, pero la terminación de Monte Grande, con más de 10 años en ejecución, es prioridad UNO. El presidente Abinader puso fecha de entrega de esta obra para el mes de julio, confiamos en él y su promesa. El Gabinete creado, que se encamina al GRAN PACTO POR EL AGUA, tiene el reto de crear las bases para que, DE VERDAD, tengamos la suficiente producción de este líquido vital para la vida.