El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) de la República Dominicana, es una institución pública dependiente del Poder judicial el cual tiene como función a través de sus técnicos y profesionales en la materia presentar constancia de datos fidedignos o susceptibles de ser empleados para demostrar y hacer patente la verdad o falsedad de algo que se alega en una causa.
Cuán distante está de la verdad, el instituto pericial, en el caso del cual a continuación haremos referencias.
El fallecimiento, sospechamos envenenamiento, de José Altagracia Batista Feliz, ocurrida a eso de las siete de la noche del 12 de julio de 2022, en su residencia de la avenida Libertad N 100 del municipio de Cabral, provincia Barahona, donde convivía junto a su hija y la pareja de esta, de nacionalidad haitiana.
El fallecido, dos semanas antes, había quedado cuadripléjico a causa de lesiones recibidas en accidente de motocicleta, por cuya razón había permanecido ingresado en hospital Regional Universitario Jaime Mota. Cinco días después se le expide la autorización para el regreso a casa en mejores condiciones de salud
Todo indica que el paciente va en franca recuperación, vale mencionar: lucidez mental, movimientos de las extremidades afectadas, entre otras manifestaciones. Sin embargo, la noche de ese mismo día los familiares son sorprendidos con la noticia del fallecimiento del enfermo.
Momentos después llegan familiares a indagar sobre los pormenores del hecho, pero la relación de las circunstancias del fallecimiento explicadas por los convivientes, el ordenamiento y la limpieza del escenario de crimen fueron elementos suficientes para impregnar a la familia de suspicacias y motivar solicitud de autopsia del cadáver.
Horas más tarde de la noche se apersonan representante del Poder Judicial, una fiscal, y los agentes de la Dirección Central de Investigaciones Criminales (DICRIM), a la escena del crimen. No se identifican.
Inmediatamente conducen a la pareja sospechosa al destacamento local de Policía y posteriormente se trasladan al municipio cabecera.
Tiempo después regresan, no muestran interés alguno en hacer uso de una de las fases más importantes de la investigación como son la recolección de elementos en la escena del crimen y cuestionamientos a familiares, amigos y curiosos presentes.
En seguida abandonan la vivienda. Antes del acto cuestiono a la fiscal: ¿Qué usted cree del caso? -Ella contestó despectivamente y con alto grado absolutismo: “eso fue una muerte natural” El mismo resultado a priori de la autopsia.
Refutando al INACIF
La intoxicación por compuestos fosforados provoca unas series de síntomas y secreciones bronquiales que provocan edema pulmonar e insuficiencia respiratoria aguda causando la muerte del paciente, la cual es la causa directa de la muerte del caso en cuestión.
Sin embargo, la conclusión de la autopsia de INACIF firmada por médico forense de la institución fue:
Miocardiopatía Hipertrófica, y agrega: ¨es una muerte no violenta de etiología médico legal natural¨. El mismo diagnóstico de la fiscal a la que hicimos referencias en líneas anteriores. Dicho sea de paso, no fue posible localizarla, en razón de ello procuraduría designó a un nuevo fiscal para seguimiento del caso.
En esas circunstancias, es, imposible que el fallecido albergara una Miocardiopatía Hipertrófica, la cual es una patología de signos y síntomas bastantes floridos y en el peor de los casos dramático y para colmo, pase inadvertido al cardiólogo que le realizó Evaluación Cardiovascular Prequirúrgica para cirugía que tenía programada el difunto.
Entonces nos preguntamos: ¿Es que el veredicto de la institución de ciencias forenses de la República está acreditada al libre albedrío de los niveles medios y bajos de la institución?
Y, para completar la inconsecuencia del caso, el reporte de Toxicología Forense ni siquiera reporta vestigios algunos de los fármacos usados por el difunto.
Colofón: el 22 de enero del año en curso comunicación remitida a director general de INACIF, no fue respondida.