Por Norkelly Acosta
Es interesante como artista ser una fuente de inspiración. Aunque a veces otros que realizan el oficio incurren en plagio obviando los derechos de autor.
Aunque no siempre que se copia se está plagiando, ni siempre que se copia se hace ilegalmente, es decir, violando derechos de autor.
La copia del estilo, la paleta de colores, la simbología de un artista, es ahora más fácil que antes, quizá porque el soporte digital está facilitando tanto cometerlo como detectarlo.
Hay que saber que la expansión de los derechos de autor transforman en dudosa cualquier tipo de copia u obras derivadas como si fueran objetos, convirtiendo la creación de un artista en una autopista llena de peajes donde todos son posibles plagiadores potenciales.
La finalidad de este comentario consiste en servir de utilidad a algunos artistas para hacerles saber qué se puede y qué no se puede hacer, qué hay una diferencia entre inspiración, reproducción, transformación, obras derivadas y la apropiación del esfuerzo ajeno.
Cada artista debe tener su propia inspiración, colorido, símbolos, formas, temas y demás, es una deslealtad a usted mismo como artista no llegar a crear un propio estilo por utilizar el estilo de otro que como yo llevo más de 20 años realizando.
La autora es: Artista visual muralista
Ver solo algunos ejemplos, de muchas más.