El autor es cardiólogo. Reside en Barahona.
Sequías, resultantes de escasez de lluvias, las altas temperaturas y la disminución y desaparición de caudal de ríos, arroyos y de aguas subterráneas son consecuencias del deterioro en el sistema pluvial del país provocado por extremas oscilaciones del clima.
Es proceso de muchos años, vale decir, unos 60 años. Recordaran la década de los 60s cuando el gobierno del profesor Juan Bosch intentó la construcción de presas en el país-.
Efectivamente, el gobierno de 1963 por medio de resolución aprobada en el Congreso dominicano, mediante la cual el Estado dominicano pactó un acuerdo de préstamo de $ 150,000,000 con empresa suiza Overseas Industrial Construcción LTD, para la construcción de las presas de Taveras y Valdesia y el muelle de Puerto Plata.
Nada más atinado para esos tiempos, pues, la riqueza forestal y climática del país era buena, de tal magnitud que las lluvias eran torrenciales y fácilmente los embalses de la presa de Taveras represarían las aguas para generar las demandas energéticas y eléctricas de la República Dominicana, entre otras soluciones.
Hoy día, y desde hace mucho tiempo, la situación del clima en el país es preocupante, sobre por todo daño infringido, sin tregua, al medio ambiente, bosques y áreas reforestadas, provocando inestabilidad y cambios extremos en el clima del país.
Ahora bien, es bueno destacar, el impacto deletéreo del cambio climático (variación global del clima de la tierra) en el clima de los países, en el cual participan componentes de carácter local, como recién mencionamos; y de carácter global. En este aspecto, es importante resaltar contaminación de ecosistemas provocados por residuos tóxicos industriales, vertidos en ríos y mares a nivel planetario.
Pero el daño más importante al ecosistema del planeta, es consecuencia de la emisión de gases de efectos invernadero fruto de la combustión de los motores de la industria del capital, ocasionando, principalmente perdidas graduales de la capa de Ozono, entre otras, que atañen a incrementos en la temperatura global.
Pero en estas líneas, queremos destacar los efectos extremos del cambio climático que altera desfavorablemente el cambio de clima en la geografía nacional.
Para ello, nos referimos nuevamente a la década de los 60s que es cuando realmente incrementa la depredación de bosques, floras y faunas y demás componentes del medio ambiente. Devastando las cuencas hidrográficas donde emergen ríos. Entonces las aguas fluviales decrecen y desaparecen dejado sus nefastas consecuencias en el ambiente.
Subsiguientemente a ello, millares de hogares de la capital y las provincias del país carecen de agua de uso en necesidades cotidianas.
Sucede igual en el sector agrícola, en el cual producción mengua en cantidad y calidad. Los productores tienen temor a cultivar sus predios poque temen perder cosechas por carencias de agua y de lluvias, y en efecto así sucede.
El ganado vacuno enferma y muere por falta de pastos y de agua, lo que se refleja en ecaces de carnes, leche y productos lácteos.
Y entre otras inclemencias del tiempo, vale mencionar el fenómeno atmosférico del niño, que provoca intensas precipitaciones seguidas de inundaciones con episodios de sequías, propiciando la aparición de incendios forestales y, como consecuencias de ello falta de alimentos y así como también surgen enfermedades causadas por roedores y vectores.
Ahora cabe la siguiente interrogante: ¿Quiénes serían los responsables?
¡Oh! La burguesía y la oligarquía, sectores sociales que conforman la clase gobernante de la República Dominicana quienes son representados en orden social y político por el sistema partidario y sus dirigentes que son ejecutores de las políticas estatales diseñadas en poderes del Estado y sus instituciones.
Por lo tanto, poseen capacidad y el poder para intervenir con la finalidad de atajar a depredadores del medio ambiente.
Igualmente pueden regular la practica minera en el país que tanto destruye áreas forestales y contamina medio ambiente.
En el mismo orden, ellos pueden y deben arrancar con plan estratégicos permanente de reforestación a nivel nacional, iniciando en las principales cuencas hidrográficas del país. Es urgente implementar el plan, so pena de que en los próximos 20 años (por decir un numero) el país podría ser azotado por hambrunas
Ya, se han extinguido especies en la flora y la fauna del territorio nacional y otras van camino a la extinción, sin embargo, estos lares la devastación indiscriminada del bosque continua.
Por añadidura podemos concluir diciendo: República Dominicana tiene notables rasgos de Estado fallido.