POR PABLO POLANCO
Durante unos 36 años ésta trimoto popularmente conocida como el "Pablo Móvil" constituyó la piedra angular en mi vida, pues gracias a dicha moto pude alcanzar aquellos sueños anhelados. Permitiendo esta desplazarme hasta la Universidad autónoma de Santo Domingo CURSO/UASD extensión Barahona, centro de estudios donde para el año 1990 inicie los estudios de comunicación social mención periodismo, carrera de la que sólo agote los 4 primeros semestres, puesto que luego opté por transferirme al área de derecho y la que 5 años más tarde concluí.
Posteriormente opté por incursionar en el ámbito de la educación, para lo cual me matriculé en la Universidad Católica Tecnológica de Barahona UCATEBA, entidad en donde unos años más completé una Maestría en Gerencia de RRHH.
Tras agotar unos 32 años de labores continua tanto en el sector público como privado, con el paso del tiempo y como resultado de las avanzadas afecciones en mi columna, por disposición médica me he visto en la imperiosa obligación de descontinuar el uso del "Pablo Móvil". Un medio de transporte que fuera apetecido por bastantes de mis compañeros de estudios, toda vez que dicho timoto representaba un indiscutible atractivo para la municipalidad barahonera así como también para nuestros visitantes.
Tristemente en la actualidad he tenido que resignarme al uso continuo de mi silla de ruedas, a la que por muchos años puse resistencia a utilizarla, en tanto que el PABLO MÓVIL ha quedado inactivo, sólo como un grato motivo de recordación, el cual descansa debajo de la escalera en la marquesina de nuestra vivienda y al que cada mañana veo como si me quisiera decir:
"QUÉ CRUELES CIRCUNSTANCIAS LAS QUE NOS SEPARAN, CONDENANDONOS A CONVIVIR BAJO EL MISMO TECHO SIN PODER JUNTARNOS COMO ANTES".
Una ineludible tarea del día a día me obliga a emplearme a fondo, a fin de evitar que las desbordadas energías de mis nietos destruyan al que fuera mi compañero de mil batallas y cómplice de más de una aventura.
