Desde hace un tiempo la degradación, la descomposición social y moral nos arropa por todas partes, aunque como templos de buenas crianzas y mejor formación, hay un segmento poblacional que se resiste a sucumbir, arropado por lo malo, la perversidad y las malas acciones.
Sigue siendo este núcleo de la población, la única esperanza de un futuro medianamente vivible, que nos permita existir con decoro y gallardía, ante las embestidas que este llamado mundo moderno nos quiere imponer.
En la historia de nuestra sociedad barahonera, cuna de grandes, honorables y respetadas familias, hemos tenido y gozado hasta el día de hoy, una identificada con los apellidos García-Valentín, García-López y todos sus descendientes.
Tiene entre su miembros esta familia a Carlos García López, describir a este hombre es perder el tiempo, pues en pueblos pequeños las explicaciones sobran, todo se sabe.
Muchos no opinan como Carlos, muchos no están de acuerdo con él, pero jamás una persona, un contrario político (solo contrario, este hombre no genera enemigos públicos), ha pensado o cuestionado una sola acción realizada por él.
De repente todos asombrados Un "COMPAÑERO" de partido, de forma aviesa acusa e involucra a Carlos García, en un acción indecorosa, la cual no tiene cabida en la mente de este hombre y así estoy seguro lo sabe y puede dar fe cualquier buen barahonero, pretendiendo con esto ofender y dañar una trayectoria de vida, de una familia forjada por hombres y mujeres de buen convivir, honestidad y trabajo, así no solo de Carlos García.
Quedará en todos nosotros el mal rato, pues la gente buena en los pueblos se conoce y día tras día solo siguen aumentando el respeto del pueblo hacia ellos.
En mí y estas letras, sé que todos quisieran darle el mejor y más grande abrazo de solidaridad a esta familia, así del libro de la sabiduría dejo para su lectura : "Jamás te preocupes por esos que te odian, mejor preocúpate por esos que fingen que te aman".
