El Gobierno dominicano había instalado un sistema de registro biométrico en la entrada de la Puerta Fronteriza con la intención de mantener un control más estricto sobre las personas que ingresan al país a través de este punto fronterizo. Sin embargo, los haitianos insisten en que se elimine este proceso de verificación para poder dar inicio al comercio.
La situación se intensificó a partir del 15 de septiembre, cuando el gobierno dominicano ordenó el cierre total de la frontera entre Haití y la República Dominicana, medida que se mantuvo en vigor hasta el lunes 11 de octubre. Desde entonces, la comunidad haitiana se había negado a participar en el mercado binacional.
