Es verdad que en ocasiones el progreso trae una serie de inconvenientes y dificultades de adaptación. En ocasiones estos sacrificios al final redundan en beneficio de las comunidades.
Los nuevos negocios instalados en nuestra ciudad de Barahona, dentro de las cuales se encuentran ferreterías, bancos, hoteles, clínicas, tiendas y otros, no disponen de áreas de estacionamiento de vehículos y facilidades para sus clientes, mucho menos para minusválidos.
Esta mala práctica ocasiona serios problemas en el tránsito y seguridad vehicular. Las autoridades municipales tienen una alta cuota de responsabilidad en esta problemática. No se debe otorgar permiso de construcción, para aquellos establecimientos que no tengan en sus diseños los correspondientes parqueos.
Solo basta recorrer el perímetro central de Barahona para comprobar esta anomalía.
En el “triángulo” de las calles Padre Billini, Jaime Mota, Apolinar Perdomo y 30 de Mayo, todos los días se producen discusiones y pleitos entre los usuarios de estas vías.
Es un caos transitar por esta se debe estudiar para dentro de lo posible establecer áreas peatonales. Si sumamos a los motoconcho, es un desastre total usarlas.
Todos los vehículos pesados transitan libremente sin regulación por la calle Luis E. Del Monte día y noche. Estas grandes volquetas cargadas de material hacia el puerto con mucho ruido, tienen a los vecinos al borde de la desesperación. Es importante tomar en cuenta que esta calle tiene una pendiente fuerte. Si un vehículo sufre averías en sus frenos, la desgracia es incalculable
No debemos pasar por alto los serios problemas donde funciona el mal llamado mercado. Esto, como dicen por ahí, es lo último. Las autoridades tienen un gran reto con la problemática del tránsito en Barahona. El ordenamiento de las vías se hace imprescindible, cuanto antes.
El autor es: ingeniero agrónomo y reside en Barahona.