La menor respondía al nombre de Cirbelys Ramírez Falcón, hija de un empresario banilejo conocido como Luis Alberto Ramírez Lara (Cesar) y de la joven Carolin Falcon.
Según informó el padre de la infante, el siniestro se originó en el interior de la habitación supuestamente por la caída de un abanico, que hizo contacto con la camita donde dormía la bebé, provocando que el fuego se propagara.
La unidad contra incendios de los Bomberos de Baní se presentó al lugar del hecho para sofocar las llamas, pero lamentablemente la pequeña ya había fallecido.
El médico legista Walter López, en presencia del magistrado Armando Pimentel, levantó el cadáver y posteriormente lo llevó hasta la morgue del Hospital Nuestra Señora de Regla, donde especificó que el cuerpo de la menor presenta quemaduras de tercer y cuarto grado, carbonizada en el 90% de la superficie corporal. Indicó que la muerte fue de manera accidental.
Mientras, miembros del Departamento de Investigaciones y Delitos Criminales (Dicrim), así como el equipo técnico del Cuerpo de Bomberos recopilaron partes de las evidencias y datos del incendio, para determinar las causas que originaron el siniestro.
