En ese sentido, monseñor Andrés Romero Cárdenas, pidió continuar los trabajos complementarios de la presa, al bendecir el acto de inauguración del embalse, que constituye una parte del complejo hídrico que exigen pobladores de la Región Enriquillo hace 50 años.
Monte Grande -recordó- el obispo no solo evitaría inundaciones cada temporada ciclónica, provocará pérdida de bienes y propiedades, sino que, también, garantiza agua para el regadío e impactará la producción agrícola de la zona.
Sin embargo, para que Monte Grande cumpla con ese objetivo, es necesario que se hagan las obras complementarias que aún hacen falta y que el embalse, que servirá solo como reservorio, no garantiza su funcionamiento de modo integral.
“Hoy que tenemos agua en su embalse, pedimos que nos ayude y ayude a las autoridades competentes a continuar con tesón los demás trabajos que completarán esta magna obra, como los canales“, pidió a Dios en su bendición el obispo de la Diócesis Barahona.
Llama a aprovechar este bien, puesto en manos de esta región (presa de Monte Grande), para hacer crecer y desarrollar la Región Enriquillo. “El agua es signo de bendición y tenemos agua en abundancia acá”, dijo.
