Más allá del Continente Americano, en ninguna parte del mundo, se ha aplicado un asedio tan gigante, cruel y violatorio del derecho internacional, como lo que hacen las potencias imperialistas del planeta contra un país soberano llamado Venezuela.
La misma narrativa imperialista pero con característica dimensionada y coordinada de manera simultánea entre Estados Unidos de América, la Unión Europea y todos sus satélites sobre el planeta.
No había escapatoria, como sea, la izquierda en Venezuela estaba prediseñada a cargar con la calumnia de un gran "fraude electoral" modelado y definido en todas las corporaciones noticiosas del mundo y mucho antes del día de las Elecciones Generales del 28 de julio 2024.
Esa narrativa imperialista estaba escrita y ensayada contra Nicolás Maduro y el proyecto de la resistencia venezolana, por ello fue notorio, pues no guardaron las apariencias, el grito de "fraude" durante la campaña en marcha en las ciudades de Venezuela.
En esa narrativa imperial se concibió la orden de inscribir las candidaturas de los 37 partidos de oposición al chavismo, y los 9 candidatos oficiales que asumieron competir teniendo como árbitro del proceso al Consejo Nacional Electoral que, dicho sea de paso, es la instancia en Venezuela que tiene rango constitucional, definido también como el 5to poder del Estado.
La oposición asumió sin dificultades mayores desarrollar su campaña tras la victoria electoral reconociendo el rol del CNE de Venezuela.
Durante todo el día 28 de julio las elecciones en Venezuela se desarrollaron con normalidad, filas humanas inmensas donde los ciudadanos pudieron ejercer su derecho al Sufragio, mucho mas de 11 millones de venezolanos votaron con libertad.
Todo normal y felices los actores del proceso; la alama surgió cuando se contaron los votos y la oposición no recibió el apoyo del pueblo que en un 51% prefirió votar por el gallo pinto del Polo de Izquierda.
A partir de ahí se activaron todos los demonios del mundo, descalificando el proceso y demandando "reconteo de votos" y "revisión de las actas".
Pero, es normal lo que pasa con Venezuela, no lo es, como tampoco lo que se cuestiona no viene dado por el "amor a la democracia" de quienes pretenden imponer sus reglas allá en Caracas.
La oposición dijo el día de las elecciones, que "todo va normal" y "la gente está votando".
Es decir, la oposición nunca dijo que había compra de cédula frente a los Colegios Electorales.
La oposición nunca denunció que el oficialismo compra a sus dirigentes. En Venezuela todo fue normal, se compitió y ganó el Polo de Izquierda.
Comparemos con República Dominicana
Cómo en Venezuela, en República Dominicana se celebraron elecciones generales (Municipales, Congresionales y Presidenciales), pero lo que no se dió en Venezuela pasó en Santo Domingo, la oposición denunció de manera reiterada y con pruebas que el gobierno de Luis Abinader se robó las elecciones al instalar carpas frente a los Colegios Electorales para neutralizar conciencia; se pusieron los ministros al frente de cada provincia para hacer la más escandalosa compra de de cédulas; en Santo Domingo Luis Abinader volcó los planes sociales a comprar los votos casa por casa; en Dominicana el gobierno doblegó a papeletas limpias a más de 200 diputados, alcaldes, regidores y dirigentes del PLD, a quienes juramentaron abiertamente y ante los ojos del mundo.
La diferencia con Venezuela es que los imperialistas y sus lacayos no actuaron y fueron indiferentes ante las denuncias que hizo la oposición en República Dominicana.
Otra diferencia entre los procesos electorales de República Dominicana y Venezuela, es que ahora los dirigentes y miembros del Comité Central de los partidos opositores se tragaron la lengua y ni se tomaron la Plaza de la Bandera, ni hicieron apología de demócratas con proclamas en los medios y hasta asumiendo la defensa de Luis Abinader ante el contra ataque diplomático del gobierno de Nicolás Maduro Moro, quien ordenó la salida de su territorio a toda la lección diplomática de Santo Domingo.
La pregunta obligada, si son tan buenos gritando y escribiendo contra un gobierno extranjero, porque no asumieron esa misma conducta frente al robo de las elecciones que hizo el gobierno Dominicano durante los días 18 de Febrero y 19 de Mayo.
Hablemos claro sobre el quid del problema en Venezuela.
Los yankis y sus satélites en Europa y América Latina, no lo importo ni un bledo lo que pasó en Santo Domingo, ni lo que pasó en Perú con el presidente Pedro Castillo, a quien incluso le dieron un golpe de estado.
El problema no solo es Nicolás Maduro.
El problemas es el petróleo y la las riquezas minerales de Venezuela que Estados Unidos la necesita con gobiernos títeres y entreguistas.
Si Maduro cede y entrega el control del territorio a los norteamericano, la cosa fuera diferente. El acosa, la campaña de duración y las amenazas de muerte e intervención militar no existieran.
Pero el mundo se rige por reglas y Principios, muchos de los cuales se consagran en la Carta de las Naciones Unidas, por ejemplo los siguientes son principios universales y aceptados por todos, por los de derecha y los de izquierda:
"El respeto a la Soberanía de las Naciones" "La No Injerencia en los asuntos internos de los países" "El respeto a la Autodeterminación de los Pueblos".
En Venezuela mandan los venezolanos, y se rigen por su Constitución, el Tribunal competente ya emitió su dictamen declarando ganador al presidente Nicolás Maduro Moro.
Venezuela no debe ceder ante la presión y el chantaje de los poderes extranjeros.
Rogamos porque muy pronto se puedan restablecer las relaciones diplomáticas entre República Dominicana y Venezuela.
Concluyo felicitando a Nicolás Maduro, por su firmeza, su valor y la dignidad con que representa a Venezuela.
No ceder, el soberano es el pueblo de Venezuela.
