República Dominicana experimenta un crecimiento significativo en las últimas décadas, consolidándose como uno de los pilares fundamentales de la economía del país. Este crecimiento ha sido impulsado por la belleza natural de sus playas, la rica cultura, la calidez de su gente y la infraestructura turística en constante mejora.
Pero, el desarrollo turístico también plantea desafíos significativos, particularmente en lo que respecta a la gestión eficiente de los recursos naturales, siendo el agua uno de los más críticos. República Dominicana, al igual que muchos otros destinos turísticos, enfrenta la necesidad de equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental.
La gestión eficiente del agua se ha vuelto esencial, no solo para asegurar el suministro a la población local, sino, también, para mantener la calidad de los servicios turísticos y preservar los ecosistemas naturales que son, en última instancia, la base de su atractivo turístico.
En este contexto, la interrelación entre el desarrollo turístico y la gestión del agua en la República Dominicana se convierte en un tema de gran relevancia, no solo para los planificadores y gestores del turismo, sino, también, para las comunidades locales y los entes gubernamentales responsables de la conservación del medio ambiente.
La adopción de prácticas sostenibles y eficientes en el uso del agua es fundamental para garantizar que el turismo siga siendo un motor de desarrollo económico sin comprometer los recursos naturales que lo sustentan.
Somos un país con una economía en crecimiento que ha experimentado un aumento significativo en el turismo en los últimos años. Tenemos todo lo que el viajero podrían desear: playas impresionantes, aguas cristalinas, exuberantes bosques tropicales, montañas y una rica cultura. No es de extrañar entonces que recibamos cientos de miles de visitantes cada año.
Por ser un estado insular, tenemos agua casi por todos lados. De los 1,600 kilómetros aproximados de costa., según el Atlas de Biodiversidad y Recursos Naturales de la República Dominicana (2012), sólo playas tenemos 226, el resto lo conforman paisajes marinos frágiles, ecosistemas costeros de dunas, arrecifes de corales, manglares, estuarios y humedales costeros extremadamente sensibles a las actividades humanas. (Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales , 2012)
En ese sentido, el país enfrenta desafíos importantes en cuanto a la calidad del agua, especialmente en áreas turísticas como Punta Cana, Bávaro, y Puerto Plata, por lo que su gestión (del agua) es crucial para el desarrollo turístico sostenible del país.
La sobreexplotación de los recursos hídricos y la contaminación del agua pueden tener graves consecuencias para el medio ambiente y la salud pública, por lo tanto, es fundamental implementar estrategias de gestión del agua que garanticen la disponibilidad y la calidad del agua para el turismo, así como para la población local.
Por lo tanto, la investigación sobre el desarrollo turístico y la gestión sostenible del agua puede ser de gran utilidad para la República Dominicana. La implementación de tecnologías de ahorro de agua y la educación de los turistas sobre el uso eficiente del agua pueden ser estrategias efectivas para mejorar la gestión del agua en el sector turístico. Además, la investigación puede ayudar a los gobiernos y los operadores turísticos a desarrollar políticas prácticas que garanticen el desarrollo turístico sostenible y la protección del medio ambiente en el país. (Gabarda, Ribas, & Daunis-Estadella, 2015)
Evolución del turismo en la República Dominicana
Entre los años 2010 y 2020, el turismo en la República Dominicana experimentó un crecimiento del 8,5% anual, lo que lo convirtió en uno de los países con mayor crecimiento turístico en América Latina. Este crecimiento se debe en gran medida a la mejora de la infraestructura, la diversificación de los productos turísticos y la promoción del país como destino de viajes.
El impacto que ha tenido el turismo es tan notable que en la actualidad aporta un 19 % del PIB, según un estudio presentado por el Banco Popular Dominicano (BPD) y la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), remarcando de esta manera, su importancia en la economía dominicana. (MITUR, 2024)
Factores que influyen en el turismo
Para lograr su posición en materia turística, la República Dominicana ha tenido un apoyo significativo desde las entidades (tanto públicas y privadas) para lograr el éxito que en la actualidad exhibe, tales como:
Políticas gubernamentales: El apoyo del gobierno ha sido fundamental para el desarrollo del turismo en la República Dominicana, a través de la creación de leyes, la promoción internacional y la inversión en infraestructura.
Inversión privada: La inversión privada ha jugado un papel crucial en la construcción de hoteles, resorts, infraestructuras y la creación de nuevos productos turísticos.
Conectividad aérea: La mejora de la conectividad aérea ha facilitado el acceso al país para turistas de todo el mundo.
Promoción turística: La promoción internacional del país como destino turístico ha sido clave para atraer visitantes.
Atractivos naturales y culturales: La República Dominicana posee una gran riqueza de atractivos naturales y culturales que la convierten en un destino único y atractivo, entre otros.
Impacto del Desarrollo Turístico Dominicano en el Agua
En la vida, como lo plantea la Tercera Ley de Newton o principio de acción y reacción, todo impacto trae consecuencias, y el desarrollo del turismo no es la excepción; este impacto turístico se manifiesta en diversas formas, desde el aumento en la demanda de agua hasta la contaminación y degradación de los cuerpos de agua.
A continuación, se mostrarán algunos de los principales efectos del crecimiento turístico sobre el agua:
1. Aumento en la Demanda de Agua
El crecimiento del sector turístico ha llevado a un incremento considerable en la demanda de agua. Este aumento en la demanda pone presión sobre los sistemas locales de suministro de agua, especialmente en regiones costeras como Punta Cana y Puerto Plata, por citar algunos ejemplos.
2. Contaminación de Fuentes de Agua
El turismo puede contribuir a la contaminación de las fuentes de agua a través de la descarga de aguas residuales sin tratamiento adecuado. Esta contaminación afecta tanto a los ecosistemas acuáticos como a la calidad del agua disponible para las comunidades locales.
3. Degradación de Ecosistemas Acuáticos
El desarrollo turístico a menudo implica la construcción de infraestructuras en áreas costeras y cercanas a cuerpos de agua, lo que puede llevar a la degradación de ecosistemas acuáticos. La construcción y operación de instalaciones turísticas pueden alterar los hábitats naturales, afectar la biodiversidad y provocar la erosión de las costas.
4. Competencia por el Agua
El turismo puede generar competencia por el agua entre las necesidades del sector turístico y las de las comunidades locales y otros sectores económicos, como la agricultura. En regiones donde el agua es un recurso limitado, esta competencia puede crear conflictos y afectar negativamente la disponibilidad de agua para el uso doméstico y agrícola.
Estrategias de Mitigación
La República Dominicana, asumiendo y reconociendo que el turismo es crucial para su economía, debe adoptar medidas estratégicas que ayuden a minimizar los riesgos y proteger tanto a las comunidades como al medio ambiente.
Para mitigar los impactos, es esencial que el sector turístico adopte prácticas sostenibles en la gestión del agua, y algunas estrategias pueden incluir:
Implementación de Tecnologías de Ahorro de Agua: Uso de dispositivos de bajo consumo y tecnologías eficientes en hoteles y resorts.
Tratamiento y Reutilización de Aguas Residuales: Establecimiento de plantas de tratamiento de aguas residuales y sistemas de reutilización para riego y otras actividades no potables.
Protección y Restauración de Ecosistemas: Iniciativas para conservar y restaurar los ecosistemas acuáticos afectados por el desarrollo turístico.
Educación y Concienciación: Programas de educación para turistas y operadores turísticos sobre la importancia de la conservación del agua y las prácticas sostenibles.
Cabe destacar que el turismo en la República Dominicana contribuye significativamente a la economía, pero también presenta desafíos importantes para la gestión del agua, por lo que un enfoque integrado y sostenible es crucial para equilibrar el desarrollo turístico con la conservación de los recursos hídricos y el bienestar de las comunidades locales.
La República Dominicana es un paraíso tropical, pero no está aislada del resto del mundo y del impacto del calentamiento global. El país es muy consciente de ello. Por eso el turismo tradicional está cambiando y se están implementando nuevas prácticas para proteger la hermosa naturaleza que todos adoran.
El turismo ha sido un motor esencial para el crecimiento económico de la República Dominicana, consolidándose como un sector clave que atrae a millones de visitantes anualmente gracias a sus playas, su cultura y su infraestructura mejorada. Sin embargo, este desarrollo acelerado trae consigo desafíos significativos, especialmente en la gestión sostenible del agua, un recurso crítico tanto para los residentes locales como para la industria turística.
El crecimiento del turismo ha incrementado la demanda de agua y ha exacerbado problemas de contaminación y degradación de los ecosistemas acuáticos.
Además, la competencia por el agua entre el sector turístico y las necesidades de las comunidades locales y otros sectores económicos como la agricultura puede generar conflictos y afectar la disponibilidad de este recurso vital. A esto se suman los efectos del cambio climático, que complican aún más la gestión hídrica.
Para asegurar la sostenibilidad del turismo y la protección de los recursos naturales, es fundamental que la República Dominicana adopte prácticas y tecnologías eficientes en el uso del agua, promueva la educación y concienciación sobre su conservación, y desarrolle políticas integradas que equilibren el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental.
Sólo a través de un enfoque sostenible y responsable se podrá mantener el atractivo turístico del país sin comprometer los recursos naturales que lo sustentan y el bienestar de sus comunidades.
El autor es ingeniero civil y maestrando de las maestrías Ingeniería Sanitaria y Ambiental, en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y Gestión Sostenible del Agua en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra
(PUCMM)
