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sábado, 10 de agosto de 2024

La fuerza de la fe.

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POR CARLOS JULIO FELIZ VIDAL

La fe es energía positiva, "mueve montañas", según Jesús; obra certeza y convicción de que lo que se espera sucederá.

La fe no es fanatismo religioso, ni nihilismo filosófico. La persona de fe es un participante activo de lo que le sucede, ella no espera el milagro, sino que lo provoca, como lo hizo la mujer del flujo de sangre que salió a buscar a Jesús y cuando lo vio lo tocó con tanta fe que el maestro sintió la necesidad de preguntar quién le había tocado, porque de su cuerpo emanó poder que sanó a la mujer enferma.

Fe tuvo la viuda que dio sus alimentos al profeta, confiada en que éste multiplicaría con creces lo que ella le daba, y vio como el  poco de aceite que tenía crecía tanto que llenaba todas las valijas disponibles, permitiéndole afrontar necesidades de años con el producto de su precio en una época de hambruna.

Fe tuvo María cuando motivó a Jesús a convertir el agua en vino, aunque todavía al maestro no le había llegado la hora de darse a conocer como Mesías.

Fe tuvo Juan Pablo Duarte cuando concibió la República Dominicana, bajo el lema de Dios, Patria y Libertad, colocando sus recursos intelectuales y económicos para hacer posible el magno propósito.

Fe ha tenido Marileidy Paulino, una joven atleta dominicana que pone su carrera en las manos de Dios, mientras ejercita su cuerpo y su mente para lograr sus metas superiores, que le han valido medallas olímpicas y ser campeona mundial en la disciplina que practica.

Fe tienen los jóvenes dominicanos formados en principios, que reconocen a Dios como norte, mientras desarrollan con esfuerzos sostenidos sus estudios, profesiones, trabajos y deportes, a sabiendas de que tendrán los mejores resultados.

Fe tienen los hombres y mujeres adultos que siembran la tierra, confiados en que de sus semillas se llenarán las casas de alimentos.

Fe tienen las madres y los padres que apuestan con recursos al éxito de sus hijos.

La fe también se muestra por las obras, como lo sostuvo el Apóstol Santiago.