SANTO DOMINGO: El director de Prisiones, Roberto Hernández Basilio, reveló en una entrevista con Rumba de la Mañana que un fallo en el protocolo fue responsable del secuestro que tuvo lugar el lunes pasado en el Recinto Penitenciario de Azua.
Durante el incidente, un reo perdió la vida y el director de la cárcel, Coronel Ricardo Bidó, resultó herido.
Según Hernández Basilio, antes de que un reo acceda a la oficina de un gestor carcelario, deben cumplirse varios procedimientos de seguridad, los cuales fueron obviados en esta ocasión. El interno Deiby Ramírez, conocido como “Yembron”, logró ingresar al despacho del Coronel Bidó armado, lo que provocó un forcejeo que culminó en disparos, hiriendo al director de la prisión.
“Esto evidencia una falla en el protocolo”, señaló Hernández. Tras el incidente, un grupo de negociadores de alto nivel fue movilizado en helicópteros para liberar al Coronel Bidó, quien permanecía secuestrado. A pesar de las negociaciones que duraron más de dos horas, la situación terminó con la muerte del interno ante su negativa a rendirse pacíficamente.
Hernández también aprovechó para subrayar que el nuevo marco jurídico penitenciario, establecido en la ley 113-01, busca revolucionar el sistema penitenciario del país, enfocado en la reinserción de los reclusos en la sociedad. Este modelo no solo contempla mejorar las condiciones de infraestructura carcelaria sino también el desarrollo de procesos y protocolos que faciliten la reintegración social de los internos.
Respecto a la sobrepoblación carcelaria, el director indicó que el índice de hacinamiento alcanza el 162%. Sin embargo, confía en que la construcción de nuevos centros penitenciarios, proporcionando 9,500 nuevas celdas, reducirá significativamente este problema. Las obras, a cargo del Ministerio de la Vivienda (MIVED), han enfrentado retrasos debido a trabas legales ya superadas.
“Si logramos finalizar estos proyectos en los próximos 18 meses, seremos el primer país en Latinoamérica en erradicar la sobrepoblación penitenciaria”, aseguró Hernández.