La tecnología está transformando cada rincón del mundo profesional, y la contabilidad no es la excepción. La inteligencia artificial (IA) ha llegado para automatizar procesos, optimizar la gestión financiera y permitir a los contadores enfocarse en tareas de mayor valor estratégico. Sin embargo, también plantea retos que los profesionales deben enfrentar.
IA: Una herramienta revolucionaria
Desde la automatización de tareas rutinarias como la entrada de datos hasta el uso de herramientas avanzadas de análisis predictivo, la IA permite a las empresas tomar decisiones más rápidas y fundamentadas. Softwares como QuickBooks, Salesforce o Xero ya integran funciones basadas en IA que facilitan la conciliación bancaria y la detección de anomalías en tiempo real. Por ejemplo, actualmente QuickBooks puede categorizar transacciones basándose en patrones previos y aprender de las entradas que los usuarios realizan, gracias al machine learning, lo que mejora su precisión con el tiempo. El machine learning o aprendizaje automático, es el motor detrás de esta revolución.
¿Una Amenaza para los contadores?
Sin embargo, esta revolución tecnológica trae consigo inquietudes. ¿Desplazará la IA a los contadores tradicionales? En República Dominicana, donde las pequeñas y medianas empresas son el motor de la economía, la adopción de IA en la contabilidad puede marcar la diferencia en su competitividad. Para ello, es esencial que las instituciones educativas y los organismos reguladores trabajen juntos para formar a los profesionales en estas nuevas tecnologías.
Con herramientas de IA como Gemini, ChatGPT o Copilot al alcance de todos, es fácil quedar impresionado por su rapidez y precisión. Es importante destacar que lo que estamos experimentando hoy es solo la versión más básica; con cada actualización, obtenemos una versión más avanzada y mejorada. A medida que los usuarios interactúan con la IA, esta mejora continuamente, haciéndose más poderosa con el tiempo.
La Evolución de la Contabilidad en República Dominicana
La profesión contable en República Dominicana ha atravesado cambios disruptivos en las últimas dos décadas. Desde la implementación de software especializado en contabilidad hasta la puesta en circulación de los números de comprobantes fiscales (NCF) en 2007, que obligaron a los contadores a reportar transacciones de ventas a través de la oficina virtual, la tecnología ha sido un catalizador clave.
La más reciente implementación del Comprobante Fiscal Electrónico (e-CF) en 2019, generado directamente en la base de datos de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), es otro ejemplo del avance tecnológico que ha transformado la profesión.
Un Aliado indispensable
Como contadora, he experimentado de primera mano el impacto de la IA al agilizar procesos y clarificar situaciones que antes consumían tiempo y eran más propensas a errores. Esto me ha permitido enfocarme en análisis estratégicos y asesoría, mientras que las herramientas de IA proporcionan análisis detallados que ayudan a identificar tendencias, anomalías y oportunidades.
La digitalización y automatización de la contabilidad están en plena Revolución Industrial 4.0, enfocada en la era digital. IA no solo procesa datos, sino que también aprende a reconocer patrones y hacer predicciones, optimizando las decisiones financieras. La integración de IA a los procesos de contabilidad reduce errores causados por negligencia o fatiga, actividades que consumen tiempo extraordinario pueden ser fácilmente automatizadas. Muchos profesionales observan con ansiedad cómo la IA podría reemplazar áreas de trabajo. Sin embargo, considero que esta tecnología es un aliado valioso, no un enemigo.
Una de las ramas más beneficiadas por la IA será la auditoría, tanto interna como externa. La IA puede realizar y probar controles de manera automatizada, reduciendo significativamente el tiempo dedicado a recopilar evidencia y detectar señales de fraude. Esto permitirá a los auditores enfocarse en analizar la conexión entre los datos financieros y los procesos organizativos de manera estratégica.
Desafíos por superar
Por supuesto, también existen preocupaciones y desafíos. Por ejemplo:
Acceso limitado y costos elevados: La IA no es asequible para todas las empresas, especialmente para las pequeñas y familiares, lo que agranda la brecha entre grandes corporaciones y pymes.
Desconfianza y desconocimiento: La falta de comprensión sobre cómo funciona la IA genera desconfianza en su uso, especialmente en lo que respecta a la credibilidad de los resultados.
Problemas éticos: La IA sigue siendo una herramienta limitada por su programación inicial, lo que plantea interrogantes sobre cómo reacciona ante dilemas éticos o legales.
Además, aunque herramientas como ChatGPT se presentan como «gratuitas», en realidad los usuarios actúan como maestros, enseñando y corrigiendo el sistema en tiempo real. Para junio de 2024, ChatGPT contaba con más de 180 millones de usuarios en todo el mundo, interactuando con la IA y contribuyendo a su mejora continua. Por otro lado, es imperativo cuestionarnos si nuestros programas académicos están integrando la formación en IA y tecnologías emergentes en sus planes de estudio, a fin de preparar a los futuros profesionales para los desafíos y oportunidades de la era digital. ¿Estamos brindando a los estudiantes las herramientas necesarias para prosperar en este nuevo panorama?
Conclusión: Adaptarse para liderar
Sin lugar a dudas, el desarrollo de la inteligencia artificial tendrá un enorme impacto en la profesión contable y los servicios asociados. Para adaptarnos, es esencial adquirir nuevas habilidades y conocimientos que nos permitan enfrentar estos cambios inevitables.
La IA es una herramienta, y como cualquier otra, necesita del capital humano para ser utilizada. No creo que los contadores debamos preocuparnos por ser reemplazados, siempre y cuando seamos capaces de identificar las oportunidades que ofrece la IA y respondamos a los desafíos mejorando nuestras competencias.
En un mundo donde la automatización es inevitable, la clave estará en nuestra adaptabilidad. Estoy convencida de que los contadores que se formen en el uso de la IA no sólo sobrevivirán, sino que liderarán esta nueva era digital.