SANTO DOMINGO: En los últimos años, los cigarrillos electrónicos comúnmente conocidos como vapers, han experimentado un aumento relevante en la República Dominicana. Estos dispositivos, que simulan el acto de fumar sin la combustión de tabaco, han sido presentados como una alternativa menos dañina frente al cigarrillo tradicional. Sin embargo, a medida que crece su popularidad, también surgen inquietudes sobre los efectos a largo plazo en la salud y la necesidad de una regulación adecuada.
El crecimiento del mercado de vapers
Diego Pineda, presidente de la Asociación de Comerciantes y Consumidores de Cigarrillos Electrónicos de la República Dominicana (ACCE), destacó el impresionante crecimiento de este sector. En un mercado global que mueve aproximadamente 72 mil millones de dólares, Pineda aseguró que el auge de los vapers en el país es “imparable”.
Desde la llegada de los primeros dispositivos a la República Dominicana en 2012, cuando apenas existían un par de tiendas, el mercado ha crecido exponencialmente. Hoy, existen más de 2,500 puntos de venta de cigarrillos electrónicos y el sector genera más de 6,000 empleos formales e informales.
«Las tabacaleras ya han anunciado que se retiran del mercado de combustión y están incursionando en ciencias electrónicas. No es una moda, es un cambio hacia una alternativa más saludable», subrayó a Panorama.
Pineda reconoció que resulta difícil determinar cifras exactas sobre las ventas, dado el auge de la informalidad en el mercado. Aunque existen 26 compañías registradas en la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), el presidente de la ACCE reveló que cerca del 90 % de la industria en República Dominicana opera de forma informal.
A pesar de esto, el sector mueve más de 200 millones de pesos mensuales, lo que refleja su crecimiento sólido y su impacto en la economía nacional. Los usuarios de los cigarrillos electrónicos rondan los 500,000 en el país.
Este rápido crecimiento ha sido impulsado por la percepción de los consumidores de que los cigarrillos electrónicos son una alternativa más saludable que los cigarrillos tradicionales. De hecho, Pineda aseguró que los vapers son hasta un 95 % menos dañinos que los cigarrillos convencionales, lo que refuerza la idea de que esta industria está lejos de ser una moda pasajera.
«Este es un sector que ha crecido exponencialmente. Desde que iniciamos, hemos visto una aceptación creciente, porque el cigarrillo electrónico ha demostrado ser una solución efectiva para quienes buscan dejar el tabaco convencional», comentó Pineda.
Cigarrillos tradicionales
El mercado de cigarrillos en la República Dominicana está dominado por las empresas La Tabacalera, Philip Morris Dominicana y British American Tobacco. Estas compañías operan en un entorno que combina la producción local con importaciones y exportaciones a diversos países del Caribe.
En 2023, la producción de cigarrillos legales en el país alcanzó los 770 millones de unidades, lo que representa una disminución del 65 % en comparación con los 2,200 millones registrados en 2012.
Para septiembre de 2024, el consumo de cigarrillos legales en la República Dominicana sumó 500 millones de unidades. Además, se estima que el mercado ilegal aporta alrededor de 240 millones de unidades, lo que eleva el consumo total anual a más de 1,000 millones de cigarrillos.
A nivel global, la industria ha experimentado un creciente interés por productos alternativos al cigarrillo tradicional, como los cigarrillos electrónicos y el tabaco calentado. Estos productos, según estudios científicos, ayudan a reducir la exposición a sustancias tóxicas.
Un claro ejemplo es IQOS, un dispositivo de tabaco calentado aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA), y considerado beneficioso para la salud pública.
El perfil de los usuarios de vapers
Un vistazo más cercano a los consumidores de cigarrillos electrónicos en la República Dominicana revela varias motivaciones comunes. La mayoría de los entrevistados ha estado utilizando cigarrillos electrónicos durante varios años, con algunos mencionando alrededor de cuatro años de experiencia.
El principal factor que los motivó a cambiar del cigarrillo convencional al vaper fue el daño asociado con el tabaco tradicional.
Aunque no todos los usuarios han intentado dejar de fumar por otros medios, muchos coinciden en que eligieron vapear debido a la percepción de que es menos perjudicial.
El consumo diario varía entre 10 y 15 cigarrillos electrónicos, lo que indica un uso frecuente, aunque no necesariamente comparable al consumo de cigarrillos tradicionales.
Uno de los atractivos más mencionados del vapeo es la amplia variedad de sabores disponibles, aunque la mayoría de los entrevistados destaca que su motivación principal sigue siendo la creencia de que el vapeo es menos dañino para la salud.
La moda del vapeo y su percepción social
De acuerdo con las respuestas de los consumidores, el vapeo no solo se ve como una alternativa al cigarro convencional, sino también como un símbolo de estatus. De las 10 personas consultadas, seis señalaron que el vapeo es un producto que está “a la moda” y asociado con un estilo de vida moderno. Esta percepción ha impulsado aún más su adopción, especialmente entre los jóvenes.
Desafíos regulatorios y preocupaciones por la salud
A pesar de la expansión del mercado, la regulación de los cigarrillos electrónicos sigue siendo limitada en la República Dominicana. Aunque el Ministerio de Salud Pública ha emitido resoluciones para declarar zonas libres de humo en los centros de salud, la legislación no ha avanzado de manera significativa en la regulación específica de los vapers.
El debate sobre la comparación entre el vapeo y los cigarrillos tradicionales sigue siendo relevante, y muchos expertos en salud pública insisten en que, aunque los vapers son indudablemente menos dañinos que los cigarrillos convencionales, todavía conllevan riesgos.
La doctora Vanhia Batista Rodríguez, asesora nacional en enfermedades no transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), al participar en el programa “Para Estar Bien”, del Ministerio de Salud, subrayó que, aunque el aerosol de los cigarrillos electrónicos puede parecer menos tóxico, el líquido utilizado contiene nicotina, una sustancia adictiva que puede afectar tanto al sistema cardiovascular como al desarrollo cerebral en los jóvenes.
El impacto del vapeo en los jóvenes y la necesidad de regulación
Uno de los aspectos más preocupantes es el aumento del consumo de vapers entre los adolescentes. Según datos de la OPS, un porcentaje alarmante de jóvenes entre 13 y 15 años ya está expuesto al tabaquismo en sus diversas formas, incluido el uso de cigarrillos electrónicos.
En respuesta a esta tendencia, la OPS ha recomendado a los países miembros, incluida la República Dominicana, la implementación de regulaciones estrictas para limitar el acceso a los vapers entre menores de edad.
El Dr. Hugo Caballero, neumólogo colombiano, destaca que, si bien los cigarrillos electrónicos presentan un menor riesgo comparado con los cigarrillos tradicionales, aún no están exentos de peligros, especialmente si se consideran los efectos de la nicotina en la salud.
Regulación inteligente y diferenciada: la clave para el futuro
A medida que crece el consumo de vapers, los expertos y autoridades coinciden en que es necesario desarrollar una regulación más adecuada.
En países como el Reino Unido y Suecia, el vapeo ha sido promovido como una alternativa para dejar de fumar, y las políticas públicas han demostrado ser efectivas en la reducción del tabaquismo.
El doctor Diego Verrastro, de Argentina, subraya que es fundamental que los cigarrillos electrónicos sean regulados de manera diferenciada, teniendo en cuenta su perfil de riesgo significativamente menor al de los cigarrillos tradicionales.
Perspectivas a futuro
Mientras el mercado de vapers sigue en expansión, la República Dominicana enfrenta el desafío de implementar políticas de salud pública que equilibren el acceso a esta alternativa menos dañina con la protección de los jóvenes y la población en general.
La legislación sobre cigarrillos electrónicos debe ir acompañada de campañas de sensibilización para informar a los ciudadanos sobre los riesgos y beneficios del vapeo.
La regulación inteligente, basada en la evidencia científica, puede garantizar que los cigarrillos electrónicos continúen siendo una herramienta útil para aquellos que buscan dejar el tabaco, sin fomentar el consumo entre los adolescentes. Solo a través de un enfoque integral, que combine regulación y educación, se podrá mitigar los riesgos del vapeo y asegurar que su creciente popularidad no perjudique la salud pública a largo plazo.