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martes, 21 de enero de 2025

OPINIÓN: El barahonero Marino Matos Féliz, un ejemplo a imitar

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Por Olmedo Pineda 
Tomado de El Nuevo Diario  

Los dominicanos y dominicanas cuando salen del país que lo vió nacer es recomendable poner en alto los símbolos patrios, la familia, amigos así como a las personas que queremos, una de la mejor manera de honrarlos es exhibiendo un buen comportamiento social, una correcta integración frente al país que ha elegido como destino migratorio.

Hablando de estos prototipos de seres humanos les presento un ejemplo a imitar y es el caso del barahonero: Marino Matos Féliz.

Biografía

Marino Matos Féliz es un ejemplo inspirador de dedicación y perseverancia. Nacido el 3 de marzo de 1962, en el barrio Semillero (Las Flores), Marino ha tenido una vida llena de logros y contribuciones tanto en el ámbito deportivo como en su comunidad.

Desde sus primeros años, recibió educación en instituciones como el Club de Leones y el Colegio Cristo Rey, y se graduó de bachillerato en 1981, en el Liceo Secundario Federico Henríquez y Carvajal.

Su pasión por el deporte comenzó temprano, practicando boxeo y luego judo, donde se destacó bajo la tutela del sensei Francisco Batista (Tintico), otro destacado maestro de las Artes Marciales radicado en la vecina isla de Puerto Rico.

Su carrera en el deporte se consolidó cuando ingresó al Ejército de la República Dominicana (ERD) en 1982, donde no solo sirvió a su país, sino que también se destacó en judo, llegando a ser parte de la preselección nacional y del equipo de la Policía Nacional.

Participó en los Juegos Militares en tres ocasiones, siendo el primer barahonero en lograrlo.

En 1990, Marino se trasladó a Puerto Rico, donde continuó su carrera en judo en la Universidad Sagrado Corazón, ganando varios campeonatos y medallas. Su dedicación le valió el reconocimiento de la universidad en 1993, destacándose como un gran atleta.

En 2005, se mudó a Nueva York, donde siguió practicando judo y trabajó como camionero. En 2024, decidió jubilarse para dedicar más tiempo a su familia, que ha crecido con hijos y nietos. A pesar de su jubilación, Marino se mantiene activo en su comunidad, apoyando el Centro Deportivo María Montez y dirigiendo un equipo durante varios años.

Hoy, a sus 62 años, Marino Matos Féliz sigue siendo un ejemplo de compromiso y amor por el deporte y la comunidad, haciendo ejercicio para mantenerse en forma y contribuyendo al bienestar de quienes lo rodean. Su historia es un testimonio de cómo la pasión y la dedicación pueden llevar a una vida plena y significativa. ¡Es un verdadero orgullo para su comunidad!

Marino Matos Féliz ha tenido una trayectoria notable tanto en el Ejército de la República Dominicana como en las artes marciales, especialmente en judo. Su vida es un claro ejemplo de cómo el compromiso y la disciplina en el deporte pueden complementarse con el servicio a la patria.

En el Ejército de la República Dominicana

Marino, ingresó al Ejército en 1982, donde no solo cumplió con su deber militar, sino que también se destacó en el ámbito deportivo. Durante su tiempo en el ejército, fue trasladado a la provincia de Valverde Mao, donde permaneció más de tres años. Su dedicación y habilidades lo llevaron a ser parte del equipo de judo de la Policía Nacional, convirtiéndose en el primer barahonero en lograr esta distinción.

Participó en los Juegos Militares en tres ocasiones, lo que refleja su compromiso con el deporte y su país.

En las Artes Marciales

Desde joven, Marino mostró un gran interés por las artes marciales. Comenzó su formación en judo bajo la guía del sensei Francisco Batista (Tintico) y alcanzó el cinturón verde, lo que lo llevó a ser parte de la preselección nacional de judo. Su pasión por este deporte lo llevó a Puerto Rico, donde continuó su formación en la Universidad Sagrado Corazón, obteniendo su cinturón negro con el sensei japonés Tomita. Durante su tiempo en Puerto Rico, Marino ganó varios campeonatos y medallas, consolidándose como un atleta destacado.

Su experiencia en las artes marciales no solo le permitió competir, sino que también le brindó la oportunidad de representar a su universidad y a su país en diversas competencias, lo que le valió reconocimiento y respeto en la comunidad deportiva.

Contribuciones y Legado

A lo largo de su vida, Marino ha mantenido un fuerte vínculo con su comunidad, apoyando el desarrollo del deporte y las artes marciales. Su participación en el Centro Deportivo María Montez y su rol como manager de un equipo reflejan su deseo de fomentar el deporte entre las nuevas generaciones.

En resumen, Marino Matos Féliz ha dejado una huella significativa tanto en el Ejército de la República Dominicana como en el mundo de las artes marciales. Su dedicación y logros son un testimonio de su carácter y su amor por el deporte, así como su compromiso con su comunidad y su país. 

 ¡Es un verdadero ejemplo a seguir!