La Fuerza del Pueblo (FP) está incurriendo en errores repetitivos que podrían afectar su posicionamiento político de cara al futuro. Uno de los más notorios es la constante juramentación de dirigentes provenientes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y su promoción como si se tratara de grandes conquistas políticas.
Un error estratégico innecesario
Desde una perspectiva táctica, esta práctica es un desacierto. Es bien sabido que el principal adversario de la Fuerza del Pueblo, Danilo Medina, hizo todo lo posible por obstaculizar la alianza Rescate RD y seguirá haciéndolo en el futuro. Medina no apoyará, bajo ninguna circunstancia, que Leonel Fernández vuelva al poder, y esa realidad debe ser tomada en cuenta en cada estrategia política.
Promocionar la adhesión de expeledeístas solo provoca una reacción inmediata por parte del PLD, que responde con una narrativa similar, alegando que también están juramentando exdirigentes de la Fuerza del Pueblo. Este cruce de deserciones y acusaciones solo refuerza una percepción negativa entre el electorado: la política sigue atrapada en los mismos conflictos internos de siempre.
La Fuerza del Pueblo ya absorbió a la mayoría de los dirigentes descontentos del PLD que estaban dispuestos a cambiar de partido. Su enfoque ahora debería ser otro: captar a perremeístas insatisfechos y, sobre todo, a ese 47% de ciudadanos que se abstuvieron de votar en las elecciones pasadas. En ese grupo hay un segmento importante que podría inclinar la balanza en el futuro.
El error en la Secretaría General
Otro aspecto que genera tensión es la intención de imponer a “Peñita” como secretario general del partido. La realidad política actual exige otro tipo de liderazgo. La Fuerza del Pueblo necesita renovar sus figuras con dirigentes capaces de conectar con la sociedad y proyectar una imagen fresca.
Ejemplos de este tipo de renovación hay de sobra. Antes de llegar al poder, el PRM apostó por José Ignacio Paliza y Carolina Mejía como caras visibles de su liderazgo. El PLD, por su parte, ha colocado a Jhonny Pujols en la Secretaría General, una decisión que no es casualidad, sino el resultado de una adaptación a los nuevos tiempos y a las demandas sociales.
Para el cargo de secretario general, figuras como Franklin Rodríguez o Dionis Sánchez parecen opciones más viables. En este momento, la Fuerza del Pueblo necesita a alguien con carisma, energía y capacidad de conexión con la ciudadanía. Lamentablemente, “Peñita” ya no reúne esas cualidades, lo que podría afectar la imagen del partido en su intento por desafiar al PRM en 2028.
Conclusión
Si la Fuerza del Pueblo no corrige estos errores estratégicos, corre el riesgo de repetir los mismos problemas que llevaron a muchos de sus dirigentes a abandonar el PLD. El partido debe centrarse en atraer a nuevos votantes y evitar caer en crisis internas innecesarias. De lo contrario, su capacidad de consolidarse como una alternativa real de poder se verá seriamente afectada.
