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miércoles, 16 de abril de 2025

Los dueños del Jet Set nunca tendrán con qué pagar los daños causados

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Por Lito Santana

Ahora que los deudos comienzan a pensar cómo hacer pagar a los dueños de la discoteca Jet Set los daños que han causado a miles de familias que resultaron dañadas con la desgracia ocurrida en ese centro de diversión, uno se pone a calcular que esa gente jamás podrá compensar ese desastre causado por el desplome del techo, justo cuando el lugar estaba abarrotado de clientes qué fueron a divertirse.

Zulinka Pérez, hija del cantante Rubby Pérez, protagonista de la fiesta, lo ha dicho con simples palabras: "Antonio, se refiere al dueño del negocio, es responsable ante mí, ante un pueblo, ante tantas vidas, ante tantos niños sin papá y sin mamá, de tantas madres sin sus hijos", dijo la cantante, al asegurar que Espaillat no la ha llamado".

Con lágrimas en los ojos cuenta este drama insuperable: "Vi como una viga aplastaba a mi papá, una la vi venir a mi cara, tengo golpes (…) ver a tu padre morir de esa forma no se lo deseo a nadie".

Como ese hay decenas de testimonios de personas que vivieron ese infierno y aunque los organismos de socorro cuentan más de 230 cadáveres entre el lugar y los centros médicos, esa cifra ni siquiera se acerca a los miles de personas que de una u otra manera recibieron el impacto.

Como era un centro nocturno, con limitaciones para menores de edad, hay que asumir que la mayoría de los muertos dejaron huérfanos a descendientes cuyas cifras superan los miles de personas.

La familia promedio en nuestro país ronda los cinco miembros en el nivel económico de los presentes, súmeles a esos por la edad de los hoy fallecidos la cantidad de nietos o sobrinos, algunos con vínculos tan afectivos como los hijos o nietos, que a partir de ese día vieron desaparecer sus hijos queridos.

Mucha gente calcula en millones de pesos o dólares, que quizás es lo que más le duele a los propietarios, la cantidad que deberán erogar a  centenares de afectados, pero ese dinero no será suficiente para calmar el llanto y el dolor que sufren los deudores, por ver morir de esa manera a quienes amaban con fervor.

El Gobierno central, la Procuraduría General de la República han prometido "una exhaustiva investigación" para determinar qué pasó, pero por esa vía la población no espera que potenciales culpables paguen las consecuencias, pues el sistema jurídico dominicano para ese tipo de personas abre demasiado ventanas para que puedan escapar.

Será el "Poder Divino" qué se encargará de cobrarle sus negligencias e inobservancias a ellos, y ni así tendrán con qué pagar los daños causados.